
La presidenta Claudia Sheinbaum decidió que es momento de hacer proselitismo, de blandir la proclama victimista y asegurar que esos de los que tanto se han burlado son capaces de todo.
Uno esperaría que el equipo diplomático de Claudia Sheinbaum tenga para este lunes una idea mucho más clara del tiempo que tendrá con Donald Trump y saber si tendrá un encuentro bilateral, o trilateral con Mark Carney.
Opinión16 de junio de 2025 Raymundo Riva PalacioLa cumbre anual del G7, que reúne a los países más industrializados de Occidente –Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido–, siempre ha capturado la atención mundial desde que comenzó hace 50 años.
Sin embargo, en este nuevo encuentro en Kananaskis, un destino turístico en las Montañas Rocallosas canadienses, el interés se ha incrementado y se ha focalizado en Donald Trump, quien en la ocasión anterior en que se celebró esta cumbre en Canadá, en 2017, saboteó el comunicado final y ordenó a su delegación retirarse de las negociaciones del texto, acusando al exprimer ministro Justin Trudeau de traidor. Mark Carney, el actual premier canadiense, se vacunó y, en su calidad de presidente del G7, decidió que no habrá comunicado.
La acción de Carney habla de los riesgos que puede tener esta cumbre, que inicia hoy con el desahogo del temario de discusión entre los líderes, que girará en torno a la guerra económica, la guerra en Ucrania –con la posible participación del presidente Zelenski en la cumbre– y, muy probablemente, el conflicto Israel-Irán. Hasta el martes, invitarán a un desayuno de trabajo a los otros cuatro líderes de países no miembros del G7 que fueron convidados a este encuentro, quienes no tendrán tiempo ocioso por sus reuniones bilaterales programadas. Estas serán lo más importante en esta cumbre, particularmente las que sostengan con Trump, con quien todos quieren hablar.
La Casa Blanca no ha informado de ninguna reunión bilateral que vaya a sostener Trump, lo que no significa que no las tendrá. Si la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó el sábado que tendrá un encuentro con Trump, así será –salvo que la cancelara el estadounidense en el último minuto–, aunque no se sabe si será bilateral, o como ha buscado Carney, que sea con un formato para que dialoguen los tres socios comerciales de Norteamérica. Hasta el momento, no se sabe qué tipo de reunión tendrán los tres, ni cuánto tiempo podría durar. Si fuera bilateral, como sucede en estos encuentros, lo más seguro es que será breve.
Todos los líderes en esta cumbre saben que el Trump que tendrán enfrente es muy diferente al de su primer mandato, porque no tiene contrapesos internos en el gobierno, es más violento, más impertinente y abusivo, más peligroso y con una inestabilidad aún más volátil que aquel entonces.
En México y en otros países flota en la mente las reuniones bilaterales de Trump con Zelenski y el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa –también invitado a esta cumbre–, donde no pudieron dialogar con él, sino que fueron emboscados e insultados. Ante esos muy incómodos momentos, el pensamiento convencional en México fue que había sido mejor que Sheinbaum no hubiera querido reunirse con Trump.
Ese buen deseo, sin embargo, sugería una desconfianza en su capacidad para lidiar con Trump cara a cara. Pero Carney lo hizo muy bien, así como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aunque más fino y frío el primero que el segundo. Y si Sheinbaum presume de cabeza fría, ¿habría razones para temer cómo le pueda ir? La presidenta no es el motivo para preocuparse, sino dos de sus equipos: el de comunicación y propaganda, y el de Relaciones Exteriores.
El primero, por el tipo de manejo que están haciendo de la cumbre. A algunos periodistas que estarán en la cumbre, acuartelados en Banff, el mejor destino turístico de Canadá para esquiar, a media hora de Kananasksis, les han dicho que Sheinbaum es “invitada de honor” al G7, lo que es falso. También están comentando sobre una amplia agenda en su temario para tratar con Trump, lo que no se va a cubrir por el formato de este tipo de encuentros, sin saberse aún si será bilateral o trilateral. Elevar tanto las expectativas de una forma irresponsablemente artificial es contraproducente y la única afectada sería Sheinbaum.
El segundo es por el tipo de preparación que esté haciendo la Cancillería. El secretario Juan Ramón de la Fuente ha demostrado que no es la lechuga más fresca en el conocimiento de Trump y su equipo, y ha tenido yerros importantes en sus diagnósticos. Uno esperaría que el equipo diplomático de Sheinbaum tenga para este lunes una idea mucho más clara del tiempo que tendrá con Trump y saber si tendrá un encuentro bilateral, o trilateral con Carney o los dos, para que puedan preparar los puntos, no los temas, que le interesa desahogar.
Será importante preparar los escenarios para un Trump estilo Zelenski-Ramaphosa, particularmente en un tema que adelantó Sheinbaum con tono de campaña: “Sepan ustedes que ahí vamos a defender dignamente a las y los mexicanos, de aquí y del otro lado de la frontera”. Ese tono retador no va a existir, no porque se intimide necesariamente, sino porque provocaría un choque con el inconteniblemente violento Trump. Tampoco sabemos si habrá espacio para hablar del tema migratorio, de alto interés para México, pero que se ubica en el marco de la política interna de Estados Unidos. Los frenos que ha tenido Trump en las redadas han sido por presiones internas, no por los reclamos de México.
El gran tema para el futuro de su gobierno, porque atraviesa por el crecimiento, el desarrollo y el bienestar, es el comercial. Este es el interés de Carney por tener un encuentro trilateral donde necesita a México para presionar a Trump a que, cuando menos, se comprometa a negociar el acuerdo comercial norteamericano, que está para revisión el próximo año, y puedan establecerse nuevos términos en la aplicación de aranceles. Si esto fuera posible, sería un gran triunfo para Sheinbaum (y Carney), al garantizarle un periodo adicional de certidumbre y estabilidad a los inversionistas, y una expectativa sobre el futuro comercial.
No es mucho lo que podrá salir de la cumbre del G7 para México, pero lo que se logre será muy importante en relación con lo poco avanzado hasta ahora. La decisión de Sheinbaum de finalmente buscar un encuentro con Trump es laudable. Ahora falta la segunda parte: que saque lo mejor y más que pueda, dentro de lo posible.
La presidenta Claudia Sheinbaum decidió que es momento de hacer proselitismo, de blandir la proclama victimista y asegurar que esos de los que tanto se han burlado son capaces de todo.
Con la presentación del Plan de Gobierno 2024–2027, la presidenta municipal de Guanajuato, Samantha Smith Gutiérrez, no solo entrega una hoja de ruta ambiciosa para la capital del estado: reafirma también su compromiso con una política pública con rostro ciudadano.
El presidente Donald Trump, que se mueve entre el día y la noche cuando habla de Sheinbaum en público y en privado, trasladó la relación bilateral al Departamento de Estado.
Las fuerzas políticas representadas en el Congreso del Estado parecen caminar a un ritmo distinto al que la coyuntura exige. El reloj corre y las reformas a la legislación electoral estatal, así como a la integración del Poder Judicial local, siguen sin abordarse con la urgencia que demandan los tiempos.
“Asimismo, la Misión observó que las nueve candidaturas con mayor cantidad de votos a la Suprema Corte fueron promovidas en "acordeones" físicos y virtuales. Asimismo, se constató que 6 de los nuevos ministros/as fueron postulados por el comité del Poder Ejecutivo y las 3 restantes son integrantes de la corte actual nombradas por el ex presidente, lo cual levanta dudas razonables sobre la autonomía e independencia del máximo tribunal con respecto al Ejecutivo” (Pag 12. informe preliminar de la Misión de Observación Electoral (MOE/OEA), sobre las elecciones judiciales en México).
El más reciente Reporte Nacional de Homicidios Dolosos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) confirma un avance importante: Guanajuato redujo en 56 % el número de víctimas respecto al promedio de los últimos cinco años y hoy ocupa el séptimo lugar nacional en tasa por cada 100 000 habitantes. Esta noticia llena de esperanza a todo el estado y nos impulsa a redoblar esfuerzos.
La reunión en Canadá posibilita reconducir los asuntos económicos hacia el terreno tripartito de los socios norteamericanos con las protestas por las redadas contra migrantes como telón de fondo. Con el incesante ruido de fondo por las manifestaciones contra las redadas de migrantes en California, Claudia Sheinbaum y Donald Trump se verán las caras por primera vez.
Uno esperaría que el equipo diplomático de Claudia Sheinbaum tenga para este lunes una idea mucho más clara del tiempo que tendrá con Donald Trump y saber si tendrá un encuentro bilateral, o trilateral con Mark Carney.
En la convocatoria ‘Fortalecimiento de Proyectos y Corresponsabilidad 2025’ participaron 800 jóvenes, sin embargo solo fueron seleccionados 285. Con este tipo de iniciativas se beneficiarán indirectamente a más de 20 mil personas.
La empresa informó que venderá su negocio de autopista por 7 mil 700 millones de pesos (406 millones de dólares) a los fideicomisos de inversión locales FIBRAeMX y FEXI, como parte del último movimiento para reestructurar la compañía. Los ingresos provenientes de la venta de aproximadamente el 80 por ciento de Concesionaria de Infraestructura del Bajío, conocida como CIBSA, y cerca del 99 por ciento de las acciones de Operadora de Infraestructura del Bajío, o OIBSA, se destinarán a proyectos de inversión en México y se distribuirán entre los otros negocios de Grupo México. CIBSA opera concesiones de autopistas, incluida una importante concesión en el estado de Guanajuato, que estará vigente hasta 2071.