
Omar García Harfuch es el ejemplo de que el gobierno de Claudia Sheinbaum, que sigue muy acotada por las cuñas que le colocó el expresidente López Obrador, quiere hacer cosas diferentes para la pacificación del país.


Desde su gestación, la elección de los integrantes del Poder Judicial ha sido un tema candente, una arena de batalla donde partidarios y detractores se enfrentan sin tregua. Un día sí y otro también, sus voces resuenan en medios y redes sociales, impulsando sus creencias y denostando a quienes osan pensar distinto.
Opinión26 de febrero de 2025 Miguel Allende
Desde su gestación, la elección de los integrantes del Poder Judicial ha sido un tema candente, una arena de batalla donde partidarios y detractores se enfrentan sin tregua. Un día sí y otro también, sus voces resuenan en medios y redes sociales, impulsando sus creencias y denostando a quienes osan pensar distinto. Así, desde que el asunto ingresó al ámbito formal del INE, la discusión se centró en el presupuesto necesario para el ejercicio electoral en cuestión: insuficiente, pese a las migajas conseguidas en enero tras el besamanos con la presidente de la República, y anunciado con bombo y platillo por la consejera presidente, Guadalupe Tadei Zavala.
A poco más de 90 días de la jornada electoral, el panorama se calienta en Guanajuato, donde los panistas empiezan a cuestionar la limpieza del proceso y desempolvan el fantasma del fraude. Paradójico, considerando que ese mismo argumento les sirvió para arrebatarle al PRI la gubernatura en la última década del siglo pasado. Y aunque los excesos discursivos son el pan de cada día, hay razones de peso detrás de las sospechas: inconsistencias, maquinaciones y maniobras documentadas por medios y analistas que no han pasado desapercibidas.
En medio de esta infodemia de panegíricos y descalificaciones, hay un aspecto que pocos se han atrevido a cuestionar: los procedimientos del día de la jornada electoral. Aquí se abre la puerta al retorno de viejas prácticas fraudulentas en las casillas, una tentación que nunca desaparece del todo y que resurge cada tres años. Solo los ciudadanos que fungen como funcionarios de casilla han sido un dique de contención frente a los embates del poder. Pero basta echar un ojo al Modelo de Casilla Seccional para el Proceso Electoral Extraordinario (PEE), documento del INE, para que las alarmas se disparen.
El modelo establece la implementación de una urna única y 16 espacios o canceles para garantizar el secreto del voto, con el propósito de agilizar la votación y reducir tiempos en la casilla seccional. En teoría, una medida pragmática. En la práctica, una complicación mayúscula: con más de 2500 casillas que recibirán hasta 2,250 electores y seis boletas por persona, una sola urna será insuficiente. La solución del INE es tan simple como inquietante: urnas de repuesto, listas para ser intercambiadas cuando la principal llegue a su máxima capacidad. Un escenario ideal para el caos, la confusión y, por qué no, la picaresca electoral.
De los 16 espacios ideales mejor ni hablamos.
Otro punto clave es el flujo de votación: el elector pasará solo una vez por la mesa directiva de la casilla donde será identificado, recogerá sus boletas, marcarán su credencial y se la devolverán en ese momento, su dedo será impregnado con tinta indeleble, luego elegirá algún cancel disponible y marcará sus boletas; finalmente saldrá de la casilla tras depositar sus votos. En teoría, un proceso ordenado; en la práctica, un coladero de irregularidades. Sin la supervisión directa de los funcionarios de casilla y sin representantes de partidos atentos a los movimientos de los votantes, cualquier cosa puede pasar: boletas que no se depositan, que se marcan fuera de la casilla o que simplemente desaparecen.
Más preocupante aún es la fase de escrutinio y cómputo, que ahora se reduce a una simple clasificación y conteo de votos. Ya no se registrará el número de boletas sobrantes. ¿El argumento del INE? Agilizar el proceso y reducir tiempos. Pero si el cómputo final se hará en los consejos distritales, que dispondrán de hasta 12 días para la tarea, la pregunta es inevitable: ¿y la certeza de los resultados? ¿Dónde queda la garantía de transparencia y rapidez en la entrega de los cómputos? La elección ya no quedará totalmente en la esfera ciudadana, como pregona el eslogan, sino en los consejos distritales. ¿Estarán a la altura de la circunstancia?
En Guanajuato, el panorama se ensombrece aún más. Tras las elecciones del año pasado, y pese a las triunfalistas declaraciones del delegado del INE en la entidad sobre el éxito del proceso, el mismo funcionario solicitó la reubicación de al menos 25 integrantes del Servicio Profesional Electoral adscritos a las juntas distritales, casi un 30% del personal. Un movimiento que, aunque interno, siembra dudas sobre la operación y la logística del próximo
proceso. En este contexto, una actitud más proactiva de los consejeros locales y distritales en favor de la ciudadanía no solo sería deseable, sino urgente.
La democracia, como el papel, lo aguanta todo. Pero hay límites. Y cuando la confianza en las instituciones se resquebraja, lo que queda es un vacío que otros estarán más que dispuestos a llenar. La historia ya nos ha dado lecciones al respecto. La pregunta es si esta vez aprenderemos algo de ellas.

Omar García Harfuch es el ejemplo de que el gobierno de Claudia Sheinbaum, que sigue muy acotada por las cuñas que le colocó el expresidente López Obrador, quiere hacer cosas diferentes para la pacificación del país.

Consterna que el Fondo de Cultura Económica esté aún en manos de Paco Ignacio Taibo II, a quien nunca leeré y no lo haría jamás, no porque el nivel de sus engendros sea malo, sino porque como persona se trata de un sujeto inabordable, sobre el que rondan muchos sucesos de lamentar.

Ahí estaba Iggy Pop, cantando y corriendo como si tener 78 años fuera algo a lo que alguien pudiera sobreponerse con la dosis correcta de deseo.

Uno de los primeros indicios de que el segundo gobierno de Donald Trump podría ser radicalmente distinto a su primer mandato fueron las máscaras. Casi el primer pensamiento que tuve, al ver los videos de agentes federales deteniendo a manifestantes universitarios y columnistas de opinión, entre muchas otras personas que fueron arrestadas con cierta violencia ante las cámaras este año, fue que parecía tratarse de un nuevo protocolo de anonimato. Había agentes que usaban máscaras y otros no llevaban distintivos con sus nombres ni placas visibles, muchos de ellos iban vestidos de civil. ¿Por qué tantos de estos agentes intentaban ocultar su identidad?

La presidenta Claudia Sheinbaum optó por la desinformación y la mentira. Carlos Treviño vive en Prosper, un suburbio de Dallas, donde vive y trabaja, con todos sus documentos en regla y pendiente su solicitud de asilo.





Con el ambiente familiar de su Festival de la Torta, Silao vuelve a demostrar este domingo que las tradiciones saben mucho mejor cuando se comparten.

En el caso del estado de Guanajuato, el Comité Pro-mejoramiento del Agro Guanajuatense, ha anunciado reuniones en luego posibles bloqueos en municipios como Silao, San Francisco del Rincón, San José Iturbide, San Felipe, San Luis de la Paz, San Miguel de Allende, Comonfort, Celaya, Tarimoro, Romita, entre otros. Los bloqueos serían en carreteras de amplio tráfico, como la Carretera Panamericana (frente al Puerto Interior), la autopista León-Aguascalientes, la carretera federal 57 y otras más. Se estrangularían arterias vitales para la economía estatal.

Con esta iniciativa las y los titulares del Gabinete Estatal recorren los hogares de Guanajuato para acercar los programas de gobierno y escuchar de primera mano las necesidades de las familias. En Guanajuato el gobierno camina junto a su gente.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana Municipal de Irapuato informa sobre posibles cierres viales el lunes 27 de octubre a partir de las 09:00 horas, debido a una movilización campesina en distintos puntos carreteros del estado. En caso de afectaciones en el tramo Irapuato–León (puente de Aldama), se sugieren rutas alternas. Se exhorta a la ciudadanía a planear traslados e informarse por medios oficiales.

Consterna que el Fondo de Cultura Económica esté aún en manos de Paco Ignacio Taibo II, a quien nunca leeré y no lo haría jamás, no porque el nivel de sus engendros sea malo, sino porque como persona se trata de un sujeto inabordable, sobre el que rondan muchos sucesos de lamentar.
