Ethos Político. Entre las losas del pasado y un posible mejor futuro

Entre las losas del pasado y un posible mejor futuro

No podía ser de otra manera. El baño de pueblo que se dio la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, con seguidores de la 4T en el Zócalo de la Ciudad de México, para una suerte de “informe” de sus primeros cien días al frente del gobierno de la República, en realidad fue más una convalidación de gestión ante quienes le consideran la fiel discípula y continuadora de los ideales y políticas del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Por ende, el que no haya existido el menor atisbo de autocrítica en su discurso, resultó lo normal.

Sin embargo, más allá de la retórica populista con tufo del sexenio pasado, la primera científica en gobernar México les adelantó a los presentes que este lunes, 13 de enero, presentará públicamente lo que llama “un primer alcance” de lo ha nombrado “Plan México”, un plan que está muy distante al ideario lopezobradorista, al menos en las proyecciones conocidas y justificado entre renglones, de la nueva realidad nacional ante el ya inminente embate Donald Trump.

López Obrador, un hombre formado lejos de la ciencia, los avances tecnológicos y una visión actualizada del desarrollo de las naciones, donde está inserto México y anclado en una visión “aldeana” que gustó siempre mostrar con mordiscos a “tamales de chipilín”, no caminó con el sector privado y desaprovechó el fenómeno de relocalización (nearshoring) de la industria mundial a partir de la pandemia de COVID-19 y el choque entre China con los intereses del socio mayor del T-MEC, los Estados Unidos. No supo hacer los equilibrios para atraer la mayor inversión y proteger los derechos laborales, a fin de cuentas, la pretendida justificación a sus reformas del bienestar en el campo productivo.

Hoy, su sucesora, ante lo que tiene en sus manos, una muy caliente economía nacional que tiene freno de mano para crecer por varias de las reformas de su antecesor que ahuyentan inversiones, busca inversión con otras modalidades. Sus metas pueden verse como inalcanzables, sueños desmedidos, pero... los cambios, de darse, pueden alejar, al menos, los escenarios negativos que se vienen encima de la nación.

Y es que, la presidenta Claudia Sheinbaum, entre rumores de que puede renunciarle en cualquier momento su secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, cansado este de ir contra doctrina en las finanzas públicas por presiones políticas y no querer asumir el peso histórico de que se le culpe de un posible mega endeudamiento gubernamental por causa de PEMEX, a quien el gobierno federal buscará salvar asumiendo parte de sus pasivos, sabe muy bien que es altamente complicado hacer un buen sexenio con una insostenible situación fiscal con programas sociales avasallantes y muy poca infraestructura, con un déficit aproximado al 6 por ciento del Producto Interno Bruto. La corrección de esto último, presentada en el pasado presupuesto nacional, es una aspirina con las grandes fugas en las finanzas públicas.

En este escenario, las voces que anuncian un futuro tormentoso aumentan entre los especialistas de las finanzas públicas. Un técnico reconocido internacionalmente como lo es el exsubsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, que fue, además, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, pronosticó este pasado viernes en el ITAM que México entrará en recesión este año y, “debido a la falta de una reforma fiscal”, perderá el grado de inversión en el año 2027. O sea, un declive total.

En este sitio, es donde tal vez hoy podría ser el día de la emancipación de la residente de Palacio Nacional, cuando en su Plan México, deje abiertas las puertas para cambios sutiles en el manejo de la economía y en la ruta, Guanajuato deberá tomar nota y actuar desde sus propios medios.

Antes que nada y ante la cercanía del 20 de enero, fecha de “inauguración” del nuevo gobierno de Donald Trump, se impondrá en la estrategia del “Plan México. Estrategia Nacional de Industrialización y Prosperidad Compartida”, elevar el contenido nacional en la producción nacional e iniciar la sustitución de importaciones provenientes de China, la contrallave a la amenaza de la imposición de aranceles de 25 por ciento a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.

Así, se busca: a) elevar el contenido nacional y regional en sectores estratégicos; b) crear empleos bien remunerados en sectores de manufactura especializada e innovación; c) incrementar el valor agregado en proveeduría local y cadenas globales; d) desarrollo de vocaciones regionales en los polos de bienestar y corredores industriales; e) definir prioridades nacionales de inversiones locales y extranjeras que correspondan a las necesidades de competitividad y bienestar del país; y, f) impulso a la integración regional del continente.

A la par, se presenta un plan de inversión nacional y extranjera, privada y pública, para la industrialización, el turismo y los servicios a partir del desarrollo de todas las regiones del país con base en los recursos naturales que tienen; además, potenciará la relocalización global de las empresas. 

Además de la sustitución de importaciones, quiere “generar cadenas productivas y promover tanto el empleo bien pagado como el bienestar de la población”.

En la ruta, a Guanajuato, con polo de desarrollo del Bajío anclado en 20 hectáreas en la zona del Aeropuerto (Puerto Interior) se le coloca dentro de las regiones que deberán desarrollar la industria automotriz con énfasis en la electromovilidad, la producción de trenes y sus componentes, recuperación de producción y empleos de la industria textilera y el sector calzado, con la idea de que la Pequeña y Mediana Industria (PyMES) haga las sustituciones de las importaciones chinas, pasando del 35 al 50 por ciento de los componentes de exportación en diversas industrias, como la automotriz, entre otras medidas. Claro que en todo esto también irá la necesaria mejora de las condiciones de abasto de agua con el acueducto Solís-León, que de paso impulsará la tecnificación del campo guanajuatense y aporte al fortalecimiento de la agroindustria.

En la jugada y aquí es donde deberán estar los ojos del gobierno de Libia Dennise García Muñoz Ledo y de los municipios donde operarán estas medidas, la idea presidencial es que todos se apunten con sus “cuernitos”; quiere orientar el gasto para conseguir estos objetivos bajo la promesa de que para el año 2030 haya, de forma estabilizada, inversiones directas de cien mil millones de dólares en México de forma anualizada, cifra muy superior a los casi 40 mil del 2024. Guanajuato tendrá su rédito.

De irse dando las condiciones, se piensa que al final del sexenio debería lograrse alcanzar la inclusión entre las 10 economías más grandes del mundo;  captar 100 mil millones anuales de inversión extranjera directa; creación de un millón y medio de empleos adicionales en manufactura especializada; aumentar a más de 15 por ciento el contenido nacional en cadenas globales de valor;  educar a 150 mil técnicos de forma anual para sectores “estratégicos” y que 30 por ciento de las PyMES tengan acceso a financiamiento.

Libia Dennise García Muñoz Ledo, con base a esta ruta, seguramente puede encontrar nichos de oportunidad, a partir de lo que se tiene, para poner a Guanajuato en la vanguardia ante lo que se viene, un cambio en la ruta de la presidenta, ante los grandes riesgos que le plantea la realidad.

La presidenta tiene el tiempo en contra.

Por cierto, en el camino, este 13 de enero en el Congreso del Estado deberá estar completa la lista de posibles candidatos a la Fiscalía General del Estado. La propuesta final que se enviará a la gobernadora deberá votarse, al menos es lo planeado, el miércoles y tiene que llevar al menos 5 firmes aspirantes. Veremos.