
Adán Augusto López y Andrea Chávez hablaron de la presidenta Claudia Sheinbaum, de quien se expresaron de manera ofensiva y peyorativa, con comentarios sobre su cara y su físico que resultaron indignos.
Sheinbaum es la jefa de una nación que no enfrenta una crisis económica o social. Goza de respaldo popular y hay sobre ella buena expectativa, dentro y fuera, de que logre el mejor de los acuerdos posibles con Trump.
Opinión29 de agosto de 2025 Salvador CamarenaUn análisis publicado por Deloitte en enero recordaba una de las maldiciones de la economía mexicana: su ciclo sexenal. En pocas palabras, en los últimos 30 años, en cada inicio de un gobierno federal, el producto interno bruto paga los platos rotos.
Con Ernesto Zedillo, luego del error de diciembre, el PIB cayó de 4.9% en 1994 a -6.3% en 1995; con Vicente Fox, pasó de 4.9% en el último año de EZP a -0.4%; Felipe Calderón recibió la economía en 4.5% y en 2007 la decreció a 3.2%. Peña Nieto la recibió en 3.6% y sólo alcanzó en 2013 un 1.4%, y finalmente López Obrador pasó de 2.2% en 2018 a -0.2% en 2019. Datos de Deloitte. Obvio, siempre habrá quien diga que hubo efectos externos, no sólo internos, etcétera.
Esto que parece cíclico debe ser tomado en cuenta al evaluar el primer año económico de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien recibió un crecimiento de 1.2% en 2024 (INEGI), y cuya perspectiva para 2025, según Hacienda y hasta julio, es de entre 1.5% y 2.3%, mientras un sondeo de Banxico al sector privado arroja sólo 0.13%.
Claro, al 2025 le restan cuatro meses en los que la incertidumbre del cambio de reglas en la economía mundial, impuesta por Donald Trump desde enero, hace imposible predecir nada. Así que, entre lo cíclico y lo inédito, ¿se puede decir que ahí la lleva CSP en economía?
Viendo el vaso medio lleno, la presidenta llegará el lunes a su primer informe de gobierno con una economía precaria mas resiliente: sobre esto último, por ejemplo: de vez en vez surgen datos como el brinco de 10.2% en inversión extranjera directa en el primer semestre.
El lunes, Enrique Quintana planteaba en su columna de El Financiero la distancia entre el comportamiento de la inversión extranjera y la nacional: “El contraste refleja un choque de visiones. El extranjero observa a México como una pieza estratégica en el tablero global, con fortalezas que superan sus debilidades coyunturales. El mexicano lo observa desde dentro, con las dificultades cotidianas magnificadas y con una confianza limitada en el futuro inmediato”.
Desde el 1 de octubre, la presidencia de Claudia Sheinbaum vive bajo la suspicacia de algunos. Luego de un presidente tan abrasivo con los que pensaban distinto y popular con su millonaria base, la recién llegada tenía que probar demasiadas cosas en los meses inmediatos.
En la cultura de la grilla nacional, lo primero que se ponía en tela de duda sería ese trauma secular: ¿estaría bajo la sombra de un nuevo intento de maximato? Se vive un fenómeno distinto: ella no depende de Palenque, y Claudia quiere que el sexenio anterior “mejore”, mientras corrige algunas de las aberraciones vistas entre 2018-2024.
En ese empeño (v.gr. sacar a rajatabla la deschavetada elección judicial), Sheinbaum gastará energía y desperdiciará oportunidades, pero está lejos de verlo como una imposición o una manda. Y lo mismo se puede adelantar de la reforma electoral. Cree en ello.
Por otra parte, ciertos sectores prefieren aferrarse a lo que quisieran que ella hiciera (quitarse de encima gente que le heredó AMLO, etc.) a intentar entender lo que la presidenta sí está haciendo: cambió el modelo antidelincuencial, ha reestructurado la administración pública, lanzado nuevos programas sociales, nuevos trenes y perfila cierta apertura en el sector energético, incluido el fracking.
Al final de su onceavo mes, Sheinbaum es la jefa de una nación que no enfrenta una crisis económica o social. Goza de respaldo popular y hay sobre ella buena expectativa, dentro y fuera, de que logre el mejor de los acuerdos posibles con Trump.
Quizá el único “pero” está en lo político. “Las dificultades cotidianas magnificadas”, de las que habla Quintana, no se disiparán con grotescos espectáculos como el del miércoles en la Permanente. Y en ello no importa mucho si el que empezó fue Alito o no.
La presidenta necesita que los inversionistas nacionales pierdan la cautela.
El tono amenazante de Adán Augusto López en la sesión accidentada del miércoles, la verborrea irrefrenable de Noroña dentro y fuera del Senado, y que nadie dialogue con la oposición para que eso de “narcopolíticos” no sea la norma, sí puede impactar la marcha de la economía más allá de 2025.
Y ya no será cosa de la maldición cíclica del primer año sexenal.
Adán Augusto López y Andrea Chávez hablaron de la presidenta Claudia Sheinbaum, de quien se expresaron de manera ofensiva y peyorativa, con comentarios sobre su cara y su físico que resultaron indignos.
Las actividades de espionaje en México de agencias norteamericanas como la CIA y la DEA, han sido comentadas y documentadas desde que mucho tiempo antes de que fuera asesinado el agente Enrique Kiki Camarena, crimen en el que siguen siendo investigados por USA personajes que ahora son de la 4T como Manuel Barttlet Díaz.
Se han celebrado ya diez audiencias públicas para discutir la reforma electoral. Y, como era previsible, el debate brilló por su ausencia. Lo que hubo fue una sucesión de monólogos, ciudadanos leyendo ponencias frente a sí mismos. Un trámite. Pero de ese ritual han emergido, con la fuerza de un puñetazo sobre la mesa, dos posturas respecto al corazón de nuestra democracia: el Instituto Nacional Electoral (INE) y los organismos locales (OPLEs).
Claudia Sheinbaum quiere efectivamente deshacerse de Adán Augusto López, pero en su necesidad de no enfrentar al monstruo de Palenque, su estrategia para debilitar al senador puede ser contraproducente.
Parecía que el canibalismo noticioso que prevalece en el México de nuestros días se comería la nota que dio el diputado de Morena Hugo Eric Flores asegurando que el crimen organizado gobierna el 70% del país. Flores pretende lograr el registro como partido político nacional en el mencionado proceso del 2027, con una organización que, de manera por demás oportunista, lleva las iniciales de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. (Construyendo Solidaridad y Paz CSP)
Son 259 localidades incomunicadas, distribuidas en 47 municipios de Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro, de acuerdo con los últimos reportes de las autoridades estatales. El gobierno federal informó que los estados más afectados reciben el apoyo permanente de dependencias federales y autoridades locales. Permanecen activos 146 refugios temporales que brindan albergue, alimentos, atención médica y servicios básicos a 5 mil 448 personas.
Se han celebrado ya diez audiencias públicas para discutir la reforma electoral. Y, como era previsible, el debate brilló por su ausencia. Lo que hubo fue una sucesión de monólogos, ciudadanos leyendo ponencias frente a sí mismos. Un trámite. Pero de ese ritual han emergido, con la fuerza de un puñetazo sobre la mesa, dos posturas respecto al corazón de nuestra democracia: el Instituto Nacional Electoral (INE) y los organismos locales (OPLEs).
Parecía que el canibalismo noticioso que prevalece en el México de nuestros días se comería la nota que dio el diputado de Morena Hugo Eric Flores asegurando que el crimen organizado gobierna el 70% del país. Flores pretende lograr el registro como partido político nacional en el mencionado proceso del 2027, con una organización que, de manera por demás oportunista, lleva las iniciales de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. (Construyendo Solidaridad y Paz CSP)
En política, los resultados hablan más fuerte que cualquier discurso, y hoy en San Miguel de Allende hay motivos de sobra para que en el gobierno municipal reine la satisfacción y la tranquilidad. La ASEG notificó que la administración encabezada por el alcalde Mauricio Trejo Pureco ha cerrado la revisión fiscal correspondiente al ejercicio 2024 con saldo limpio, sin observaciones con impacto económico y con todas las aclaraciones solventadas.
Adán Augusto López y Andrea Chávez hablaron de la presidenta Claudia Sheinbaum, de quien se expresaron de manera ofensiva y peyorativa, con comentarios sobre su cara y su físico que resultaron indignos.