
El sexenio está mudando de piel a una cosa donde se celebran “siete años” de lo mismo. Eso no despresuriza. Puede que desde el régimen sea algo deliberado, un intento de avasallar por agotamiento al no permitir refresco sexenal, ni anual.


El director saliente de la Profeco, David Aguilar Romero, enfrenta señalamientos y se queja de fuego amigo.
Opinión20 de agosto de 2024 Alberto Aguirre
En vísperas de su cincuentenario, la Procuraduría Federal del Consumidor se ha convertido en un discreto refugio para selectos integrantes de la elite política, pero también, en epicentro de descarnadas disputas.
Andrés Manuel López Obrador inició su carrera como servidor público en la capital de la República justamente en el INCO hace 40 años, gracias a una recomendación que el entonces embajador de México en Argentina, Ignacio Ovalle, hiciera a la economista Clara Jusidman, quien entonces presidía al ente encargado de conciliar los intereses de los consumidores y los productores de bienes y servicios.
En 1975, el Congreso aprobó la iniciativa presidencial de crear la Procuraduría y el jurista Salvador Pliego Montes fue su primer y único titular, durante dos sexenios. Suyo era el modelo de instaurar a un “abogado del pueblo” para proteger la economía de los más desprotegidos.
Concebida como un organismo “de servicio social”, descentralizado de la Secretaria de Economía, PROFECO creció hasta tener 32 oficinas estatales y otros 19 delegados en las principales plazas comerciales del país, con facultades amplias para inspeccionar al comercio y preservar la competencia económica.
Pero el salinismo entregó esa institución estratégica al Grupo Atlacomulco, que la controló intermitentemente durante tres décadas. Seis de sus 18 directores han sido originarios del Estado de México y tres (Emilio Chuayffet, Ignacio Pichardo Pagaza y Alfredo Baranda) la gobernaron. Otros dos distinguidos mexiquenses (Humberto Benítez Treviño y Alfredo Castillo) fueron procuradores en esa entidad. La Profeco también ha sido refugio de exvoceros presidenciales y ex candidatos presidenciales (Roberto Campa Cifrian), cuando el foxismo la dejó en manos del elbismo, quien puso a dos directores.
El sexenio de Enrique Peña Nieto vio pasar seis procuradores del consumidor. La administración federal en curso ha tenido tres titulares con una misma instrucción:combatir los excesos de los poderosos.
Ricardo Sheffield llegó hace seis años a la Profeco tras de haber aceptado renunciar al PAN y competir por Morena por la gubernatura de su natal Guanajuato. En Palacio Nacional lo quisieron más, cuando aceptó abrir una de las secciones —¿Quién es quién en los precios?— de la mañanera.
Para bien o para mal, el combate al huachicol marcó su destino. La “vacuna” que un grupo de gasolineros denunció ante Adán Augusto López Hernández sigue sin explicarse. Y el director saliente de la Profeco, David Aguilar Romero, enfrenta señalamientos y se queja de fuego amigo. Tal vez tenga razón, pero oculta el origen: la pretensión de Sheffield de seguir controlándola.

El sexenio está mudando de piel a una cosa donde se celebran “siete años” de lo mismo. Eso no despresuriza. Puede que desde el régimen sea algo deliberado, un intento de avasallar por agotamiento al no permitir refresco sexenal, ni anual.

La forma como se ha hecho la campaña contra los factureros pierde credibilidad cuando se hace de manera selectiva, donde a unos se castiga y a otros se premia al no voltearlos a ver.

La Ciudad de México, como en los 60 y 70, se volvió en el campo de batalla en la Guerra Fría. En aquellos años, todos los servicios de inteligencia comunistas operaban en México y realizaban acciones encubiertas contra EU.

El régimen está en una carrera para producir escándalos que no los afecten y que ayuden para dejar a buen resguardo a sus personajes más conspicuos manchados por la corrupción.

Morena pretende seguir jugando con los mexicanos, ocultando lo que sabía López Obrador y conoce Sheinbaum: que los más corruptos son de casa.





Los vehículos importados desde China, Corea del Sur y la India serán los más afectados por el incremento de hasta un 50% en las tarifas, indican expertos del sector.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guanajuato continúa con la “Campaña de Vacunación para la Temporada Invernal”, para brindar protección a la población contra influenza, COVID-19 y neumococo, para prevenir contagios y complicaciones relacionadas con estas enfermedades, principalmente en esta temporada que baja la temperatura. Las vacunas se están aplicando a derechohabientes y no derechohabientes porque buscamos proteger al mayor número de personas posible.

La presidenta municipal, Lorena Alfaro García, destacó que esta infraestructura forma parte de un plan estratégico con visión al año 2050, que permitirá contar con un servicio de agua más eficiente y sustentable.

Esta temporada de fiestas decembrinas, las carreteras guanajuatenses serán resguardadas por más de 400 elementos de la Policía Estatal de Caminos. Salud llama a mantener la calma ante la variante de influenza H3N2 K, la cual es de baja agresividad y de rápido contagio. Vacúnate en tu Centro de Salud más cercano. Reconocen a Minerva Reynosa, ganadora del Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta.

El sexenio está mudando de piel a una cosa donde se celebran “siete años” de lo mismo. Eso no despresuriza. Puede que desde el régimen sea algo deliberado, un intento de avasallar por agotamiento al no permitir refresco sexenal, ni anual.