
Medina Mora Icaza sabe que los que tienen el picaporte real de Palacio son los del Consejo Mexicano de Negocios y que él hereda unas siglas con mucho desgaste.
El primer año de gobierno de Samantha Smith Gutiérrez al frente de la Presidencia Municipal de Guanajuato capital ha sido, sin duda, una prueba de resistencia política y de capacidad de gestión.
Opinión29 de septiembre de 2025
Héctor Andrade Chacón
El primer año de gobierno de Samantha Smith Gutiérrez al frente de la Presidencia Municipal de Guanajuato capital ha sido, sin duda, una prueba de resistencia política y de capacidad de gestión. Mientras que otras alcaldesas de la entidad han navegado con menor confrontación mediática, la capitalina ha tenido que enfrentar, día tras día, una campaña sistemática de desprestigio encabezada por Jorge Rodríguez Medrano, perdedor excandidato de Morena a la alcaldía y viejo conocido de la política local, que no ha asimilado la derrota en las urnas.
Rodríguez Medrano, montado en las ruinas de lo que alguna vez fue su televisora de cable, se ha refugiado en las redes sociales como su plataforma de ataques viscerales. No es menor señalar que, en su mayoría, los embates en contra de la alcaldesa rayan en la violencia política de género, pues intentan minimizar su autoridad atribuyendo cada decisión a la influencia de su esposo, el exalcalde Alejandro Navarro. Esa narrativa no solo agrede a la presidenta municipal, sino que también constituye un mensaje tóxico que permea en ciertos sectores sociales y que, peligrosamente, se acerca a la incitación de actos que pueden poner en riesgo la estabilidad y seguridad de la propia ciudadanía.

La reciente crisis por el incendio en el sitio de disposición final de basura ha sido un ejemplo claro de la politización de los problemas públicos. El siniestro, que de acuerdo con la denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado podría haber sido provocado, fue aprovechado por el excandidato morenista para intensificar sus ataques contra la administración municipal. La sospecha entre actores políticos de la capital es que este tipo de hechos no solo buscan desprestigiar a Samantha Smith, sino abrirle camino a Rodríguez Medrano hacia una nueva candidatura, pese a su historial y negativos bien conocidos.
Y sin embargo, pese a este asedio mediático y político, el balance del primer año de Samantha Smith es tangible. La alcaldesa ha desplegado una actividad intensa: desde la promoción turística y económica de la ciudad, hasta la ejecución de obra pública y la reordenación de concesiones en mercados, además de impulsar nuevas regulaciones al transporte público y plantear perspectiva futuro con el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS), su estrategia con visión hasta 2050 que incluye barrios de 15 minutos, parque lineal del río, rediseño de carretera panorámica, modernización del transporte público, estaciones multimodales, sin dejar de lado la inversión en obra pública en vialidades y dotación de agua potable a barrios, fraccionamientos y comunidades.
Es importante, en el balance anual, reconocer que ningún otro alcalde o alcaldesa en el estado ha enfrentado un nivel de hostigamiento semejante, y a pesar de ello, la gestión municipal se mantiene en marcha.
El mensaje político de su primer informe de gobierno está claramente diseñado: la presencia de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo en el Auditorio del Estado será un espaldarazo a la administración de Smith. No es solo acompañamiento institucional; es una muestra de respaldo que pone en evidencia que la presidenta municipal no está sola. Porque en política, la forma es fondo, y en Guanajuato capital la batalla política apenas comienza, pero Samantha Smith llega a su primer año con respaldo, resultados y un temple probado frente a la adversidad.

Medina Mora Icaza sabe que los que tienen el picaporte real de Palacio son los del Consejo Mexicano de Negocios y que él hereda unas siglas con mucho desgaste.

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