Crecen deportaciones de guanajuatenses: van más de 12 mil en 2024

De enero a octubre de 2024, un total de 12 mil 622 migrantes originarios de Guanajuato fueron deportados desde Estados Unidos, lo que representa un incremento del 2.4 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando se registraron 12 mil 330 casos, según datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación.

Es decir, que al día un promedio de 42 migrantes guanajuatenses que intentaban cruzar de manera ilegal hacia Estados Unidos fueron regresados al país.

Aarón Cabañas Marcial, dirigente nacional de la Unión de Campesinos y Emigrantes Mexicanos (UCEM), dijo que estas cifras reflejan una tendencia constante de migración desde Guanajuato, a pesar de los riesgos y las estrictas políticas migratorias implementadas en el país vecino.

“Se necesitan políticas federales y estatales más fuertes para que las personas no vean a la migración como una opción, pues cada vez se pone más peligroso el intentar cruzar a Estados Unidos, ya sea por las políticas fuertes estadounidenses o porque la delincuencia cada vez toma más el control de este fenómeno”, comentó.

Entre las personas deportadas en este periodo se encuentran dos mil 35 menores de edad, lo cual, a decir de Aarón Cabañas, significa un problema real a atacar, pues preocupa que la niñez vea como opción de desarrollo irse a trabajar de manera ilegal a Estados Unidos. Lo más preocupante, señaló el dirigente migrante, es que, de estos menores repatriados, 955 tenían entre 12 y 17 años, mientras que mil 80 eran niños y niñas de hasta 11 años. Los datos también indican que 521 menores viajaban acompañados de algún adulto, mientras que 434 emprendieron el viaje solos, exponiéndose a mayores peligros.

No obstante, Aarón Cabañas consideró preocupante el caso de cinco menores de 11 años que intentaron cruzaron sin compañía de un adulto a Estados Unidos, según los datos federales.

“Esta situación evidencia que, en muchos casos, familias enteras deciden enviar a sus hijos solos con la esperanza de que puedan tener un futuro mejor al otro lado de la frontera, pese a los riesgos de detención, violencia y explotación durante el trayecto”, aseveró.

Quinto lugar en deportados

Guanajuato se posicionó como el quinto estado con más deportaciones en 2024. A nivel nacional, Chiapas encabezó la lista con 16 mil 745 personas devueltas desde Estados Unidos en el mismo periodo. En segundo lugar, se ubicó Oaxaca, con 13 mil 346 deportaciones. Puebla ocupó el tercer lugar con 12 mil 949 casos, seguido por Michoacán, que registró 12 mil 936 deportaciones. Estas cifras reflejan que los estados del centro y sur del país son los que más contribuyen al flujo migratorio hacia Estados Unidos.

Según Aarón Cabañas, “el incremento en las deportaciones de migrantes guanajuatenses evidencia una tendencia que no cede, impulsada por la búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidades laborales.

“La falta de empleos bien remunerados, la inseguridad y las aspiraciones de un futuro más prometedor para sus familias son algunas de las razones que motivan a miles de guanajuatenses a arriesgarse a cruzar la frontera”, manifestó el líder migrante.

El dirigente de la UCEM dijo que a pesar de los esfuerzos de las autoridades mexicanas para ofrecer programas de apoyo y alternativas de empleo, muchas personas consideran que las oportunidades en sus comunidades son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. Esta situación se agrava en comunidades rurales y marginadas, donde las opciones para el desarrollo económico son limitadas.

“El fenómeno migratorio tiene implicaciones sociales y económicas en las comunidades de origen. Las familias que dependen de las remesas enviadas por migrantes se ven afectadas cuando estos son deportados y no pueden cumplir con sus expectativas de brindar apoyo económico. Según expertos, esta situación puede contribuir a ciclos de pobreza y desesperanza que a su vez alimentan nuevos intentos de migración”, advirtió.

Por otra parte, Aarón Cabañas dijo que las cifras reflejan los desafíos que enfrenta el gobierno mexicano para atender las necesidades de los migrantes deportados.

“La reintegración de estas personas a sus comunidades es un proceso complicado, especialmente cuando han invertido tiempo y recursos en el intento de cruzar la frontera. Muchos de los deportados regresan sin empleo, con deudas y con pocas posibilidades de reiniciar su vida en su lugar de origen.