Ecos. El criminal presupuesto 2026 de Morena

Morena lo logró. Afianzó la quiebra billonaria, sí, billonaria de la nación entera. Se desgarran las vestiduras señalando que Felipe Calderón (quien dejó el cargo en 2012) y Enrique Peña Nieto (en diciembre de 2018) fueron los gobernantes neoliberales que sobreendeudaron a la nación.

Lo cierto es que el último gobierno “neoliberal” dejó a la nación con un pasivo de alrededor de 11 billones de pesos, que el macuspano elevó a alrededor de 18.4 billones de pesos y que, ahora, sin pudor ni recato, la señora ya hizo trepar dicha cantidad a 20.4 billones de pesos, o el equivalente a que cada uno de nosotros deba -entre 130 millones de mexicanos- bajita la mano, alrededor de 150 mil pesos.

No solamente eso, sino que ahora los morenistas acaban de autorizar un incremento mayor a 3 por ciento por litro de refresco con lo cual pretenden recaudar alrededor de 41 mil millones de pesos “para aminorar siete por ciento el consumo de bebidas azucaradas”, fondos que -de acuerdo con sus principios sanitarios- servirán para “atender de manera integral a la salud de los mexicanos”.

Les preocupa tanto la idea de que ese tipo de bebidas causen malestares de todo tipo como cáncer y diabetes entre los consumidores, cuando en vastas zonas del país, la única bebida de consumo son las gaseosas.

Lo anterior, en un momento en que un enorme porcentaje de personas que padecen cáncer, entre niños y adultos de todo el país, no cuentan ni siquiera con los medicamentos y las quimio y radioterapias para poder mejorar su salud.
Cabe decir que, como especialistas en atención clínica de enfermedades crónico-degenerativas, los de Morena son excelentes en acusar de golpistas a los menores que requieren ese tipo de atenciones o, como en el caso del doctor Muerte, creen que habrán de salir bien librados (Dios no lo quiera) de las 870 mil muertes imprudenciales que López y Gatell causaron en todos esos mexicanos en tiempos del Covid.

Esos 41 mil millones, afirman sus certeros especialistas en economía, saldrán del cobro de Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS) en refrescos y cigarros cuando más de 47 millones de mexicanos no cuentan con seguridad social. ¡Qué ingeniosos!

Lastra pensar que en el devenir, tales hechos provocarán mayores rabias y corajes entre ciudadanos mexicanos, que ya no se chupan el dado ante afirmaciones tan lamentables como la del ignaro secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora, quien hace meses dijo que “los mexicanos cuentan con fondos suficientes para afrontar la actual recesión”, terminajos más terminajos menos.

Asimismo, hace días todo mundo presenció el lamentabilísimo caso de una persona que, al paso de la presidente lanzó tremendo escupitajo a su rostro, en un desmedido caso de intolerancia hacia la figura presidencial. Qué triste el hecho de que eso ocurra ya en México.

Lo grave del asunto es que en cualquier lugar que ella se para, cunden todo tipo de muestras de desagrado hacia sus afirmaciones, hacia sus contradicciones, cuando lo cierto es que ellos siguen ocultando las cifras de su derrota, de las pobrezas de la mayoría de los mexicanos y del desastre que se cierne sobre el país.

Seamos honestos, porque esos 41 mil millones que pretenden recaudar por los cobros del IEPS no serán para atender el cáncer o prevenir la diabetes, porque a los de Morena todo se les desfunda por su corrupción y mentiras.

Quieren el baro porque ya se acabaron a la nación, despedazaron sus finanzas y les urge hacerse de fondos para seguir manteniendo el billón de pesos que regalan en programas sociales “a los más necesitados”. O bien para pagar parte de esos 20 billones de pesos en deuda.

Llegamos a septiembre, la señora jamás logró reducir el déficit de 6 a 3 por ciento y ahora somos peligrosamente insolubles para saldar esos tremendos pasivos que gravitarán penosamente sobre millones de niños y adolescentes en el futuro próximo.

¡Pero claro, la culpa es de Fox, Caderón y Peña Nieto, los corruptos neoliberales!