
En medio del silencio, las avenidas del centro histórico de Silao se llenaron esta noche sabatina de un aura mística con la “procesión de las ánimas”, una de las actividades más esperadas del Festival del Día de Muertos. Entre el humo del copal y las llamas de las velas y antorchas, cientos de figuras espectrales avanzaron lentamente por Obregón, Libertad y Zaragoza, recordando la luz eterna de quienes ya partieron.






















