
Ni huellas dactilares, ni sospechosos, ni móvil: el rastro borroso de los sicarios que asesinaron a Ximena Guzmán y José Muñoz
La banda de profesionales planeó cuidadosamente el atentado, usó una pistola limpia, en su huida empleó tres vehículos robados y, con el número de serie cambiado para cubrir sus pasos, desapareció en el Estado de México