Estrictamente Personal. Sin abrazos, ¿y sin balazos?
Claudia Sheinbaum no conoce las lógicas del negocio criminal, pero ha permitido que sus colaboradores más cercanos con experiencia desarrollen la estrategia de seguridad.
Morena y el gobierno estarían jugando con fuego si con 85 votos pretenden hacer efectiva la reforma constitucional.
Opinión10 de septiembre de 2024 Enrique Quintana¿Se atreverá Morena a decir que, con 85 votos favorables, la propuesta de reformas constitucionales en materia judicial alcanzó la mayoría calificada en el Senado de la República?
Pareciera que sí y que hoy mismo se realizaría la votación.
El miércoles 4 de septiembre, el coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, respondió a la pregunta de cuántos senadores deberían aprobar la reforma constitucional:
“Bueno, hay quienes interpretan que son 85, porque dicen que cuando es resto mayor o resto menor de 50, entonces se reduce. Cuando el resto mayor de 50, pues, se escala. … Lo que dice la ley es 85.36 si la matemática no nos falla”.
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, por su parte, señaló lo siguiente el domingo 8 de septiembre:
“Hay elementos jurídicos que así se han hecho, ahora sí que como en la escuela, cuando era de punto cuatro hacia abajo era el número inmediato anterior, de punto seis hacia arriba el número inmediato superior. No hay punto tres de senador y desde mi punto de vista, en sentido estricto, con 85 senadores sería suficiente”.
Los juicios de estos dos prominentes morenistas parecen indicar que Morena y aliados quieren curarse en salud.
Si no consiguen un voto opositor adicional y todos asisten, la votación de 85 legisladores a favor de la reforma judicial implicaría el 66.4 por ciento del total, por abajo del 66.66 que implican las dos terceras partes, pero para los legisladores de Morena, pareciera que no importa la aritmética, pues consideran que con eso ya tendrían la mayoría calificada.
El artículo 135 constitucional, dice textualmente lo siguiente:
“La presente Constitución puede ser adicionada o reformada. Para que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerden las reformas o adiciones, y que estas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los estados y de la Ciudad de México”.
Como las dos terceras partes de la totalidad del Senado representan una fracción, la regla ha sido fijar la cifra de 86 legisladores como mínimo para que sea aprobada una reforma constitucional, en caso de que asistan a la sesión todos los senadores.
Esto quedó plasmado en el Sistema de Información Legislativa de la Secretaría de Gobernación, que dice lo siguiente:
“…en la Cámara de Senadores se requerirían 86 de 128 legisladores para lograr dicha mayoría, variando el número en función de los senadores presentes en la sesión de Pleno”. (http://sil.gobernacion.gob.mx/Glosario/definicionpop.php?ID=152).
La Suprema Corte de Justicia ya también entró al tema, en la Acción de Inconstitucionalidad 124/2020, en estado de Morelos. En ella, el tema era si en un Congreso de 20, la mayoría calificada correspondía a 13 o a 14 legisladores.
La ponencia del ministro Luis María Aguilar era que se requerían 14 votos y no 13.
El principio es que una mayoría calificada debe calcularse en números enteros a través de una “aproximación por exceso”. Es decir, en este caso no priva el criterio escolar de que el 66.4 por ciento sube a 67.
La propuesta fue votada por mayoría del Pleno de la Corte y se estableció como precedente legal.
Como aquí le he comentado en días previos, Morena y el gobierno estarían jugando con fuego si con 85 votos pretenden hacer efectiva la reforma constitucional.
No sería un asunto de interpretación, sino sería percibida como una trampa flagrante, que probablemente sucitara una respuesta de rechazo generalizado entre toda la oposición y amplias capas de la sociedad.
De entrada, los opositores interpondrían demandas ante la Corte (todavía en funciones) para que declarara inconstitucional el procedimiento de aprobación.
Avanzaríamos con ello hacia una crisis entre poderes que podría traer consecuencias graves para la estabilidad del país, no solo en el orden político sino también en materia financiera.
Todavía le quedan algunas horas a Morena y va a tratar de buscar un voto o una inasistencia que logre que la aprobación se realice sin tener que llegar a la tramposa interpretación de que “es como en la escuela”.
El que hoy mismo se pretendan celebrar dos sesiones en el Senado para votar la iniciativa este martes deja ver la prisa que existe.
Pareciera, por lo dicho ayer mismo por Fernández Noroña, que ya se tomó la decisión de que aún si fueran 85 votos, asumirán la cifra como mayoría calificada, y de inmediato la reforma será enviada a los congresos estatales para que al menos 17 de ellos la aprueben esta misma semana, con objeto de que el próximo domingo 15 de septiembre, el presidente López Obrador pueda dar “el grito” con el decreto en la mano.
Ojalá Morena lograra entender que en el afán de homenajear a su líder pueden desatar una crisis, una de cuyas principales víctimas sería su sucesora, Claudia Sheinbaum.
¿O acaso es eso lo que se pretende?
Claudia Sheinbaum no conoce las lógicas del negocio criminal, pero ha permitido que sus colaboradores más cercanos con experiencia desarrollen la estrategia de seguridad.
La estrategia de seguridad no va a dar resultados a corto plazo, porque es mucho lo que se tiene que reconstruir después de dos sexenios de destrucción.
Este jueves el Congreso recibirá en pleno la renuncia del fiscal general, Carlos Zamarripa y distribuirá comisiones permanentes. En Guanajuato Capital, Alejandro Navarro se despide de la presidencia municipal con su sexto informe de gobierno; le cambió el rostro a Cuévano y su sociedad,
De igual manera, se dieron a conocer los nombramientos de Javier Alfonso Torres Míreles como secretario general del Congreso del Estado; Sofía Ruiz Vaca en la Dirección General de Apoyo Parlamentario; Artemio Torres Gómez en la Dirección General de Administración; Gerardo Trujillo Flores como titular de la Unidad de Estudios de las Finanzas Públicas y Juan José Sánchez Santiago como director de Comunicación Social.
PAN, PRI y MC enfrentan el reto de sus vidas. Hasta ayer, esos tres partidos gastaron la última etapa de su existencia en torno a un personaje que entró a retiro la noche de este lunes
Claudia Sheinbaum no conoce las lógicas del negocio criminal, pero ha permitido que sus colaboradores más cercanos con experiencia desarrollen la estrategia de seguridad.
El dirigente del partido aseguró que el PRI apoyará las iniciativas que beneficien a México. El líder nacional sostuvo que el PRI “se posiciona como una opción de oposición inteligente y estratégica, con la firme convicción de que lo mejor está por venir”.
Ifigenia Martha Martínez y Hernández fue una política, economista, catedrática y diplomática mexicana, miembro del partido Morena. Icono de la izquierda mexicana y quien entregó la banda presidencial a la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado 1 de octubre, falleció a los 99 años de edad esta noche. La también presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados fue economista, diplomática y política mexicana nacida el 16 de junio de 1925 en la Ciudad de México.
A continuación, se presenta el discurso de la diputada Ifigenia Martínez Hernández, presidenta de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, durante la Ceremonia de Transmisión del Poder Ejecutivo:
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